jueves, 13 de marzo de 2014

Los jinetes del viento

No puedo evitar asombrarme cada vez que observo con qué majestuosidad se alzan en el viento, con un simple batir de alas; pocos sonidos hay en el mundo que me agraden más que el silbido de las plumas cortando el viento. Apenas vira la cola, se redirige el silencioso torpedo, arriba, más arriba, y cumbrea el collado.


El buitre leonado, Gyps fulvus, es una de las mayores rapaces de la Península y la carroñera más común, con unas 25.000 parejas (datos de 2008, SEO). Este buitre es especialmente abundante en Castilla y León, formando grandes colonias en los desfiladeros de los ríos.

En el Parque Natural de Hoces de Alto Ebro y Rudrón se puede observar surcando el cielo por prácticamente toda su extensión. Existen importantes colonias en Pesquera de Ebro y en los cortados entre Valdelateja y San Felices.
Buitres al sol sobre el Perentón, San Felices

Los buitres se alimentan de carroña, por lo que realizan una labor clave en el mantenimiento del ecosistema, evitando la propagación de enfermedades. Aprovechan las corrientes de aire que se generan en los valles por los gradientes de temperatura para planear a gran altura sobre el terreno, evitando así el desperdicio de energía que supone el aleteo.

A finales del invierno los buitres adecuan sus nidos en los escarpados collados y se preparan para la puesta, que normalmente consiste en un único huevo. Los padres se turnan para la incubación y el posterior cuidado de la cría.

Huevo de buitre

El huevo se ha abierto y ha nacido un polluelo, el cuál la madre protege celosamente

Pollo joven

Polluelo más crecido

Los buitres son pues unos animales que, a pesar de su leyenda negra, son clave para el equilibrio del ecosistema; además, su contemplación sólo puede generar asombro, al ver cómo una criatura tan grande puede planear con tal precisión. Su belleza a la hora de tomar las corrientes de aire es innegable.
Por todo ello, debemos contribuir a la preservación de tan asombroso e importante animal, cuya perpetuación se ve amenazada por la alteración de los ecosistemas en los que cría y se alimenta y, sobretodo, por la utilización de venenos, tanto en cotos como para el control de plagas -como los topillos-, ya que estos venenos se van acumulando en la cadena trófica y finalmente llegan a los buitres a través de los cadáveres que consumen. Para intentar frenar esto: https://www.change.org/es/peticiones/no-llenen-de-veneno-los-campos-de-castilla-y-le%C3%B3n

Buitre en los collados de San Felices