miércoles, 25 de marzo de 2015

Donde se esconden las hadas



Hay pocos insectos tan simpáticos para el ser humano como las libélulas y los caballitos del diablo. Serán sus colores vistosos, su vuelo leve y delicado, o quizá su parentesco con las hadas, lo que hacen que no sintamos ganas de sacudírnoslas como si de un minúsculo asesino se tratara.


Caballito del diablo (macho de Calopterix virgo)


Las libélulas y los caballitos constituyen el orden Odonata, con unas 6000 especies actuales. Se las clasifica tradicionalmente en función de las alas: si los dos pares son de distinto tamaño y están alineadas perpendicularmente al cuerpo, se las conoce como libélulas o Anisoptera; los caballitos del diablo o Zygoptera, por otro lado, tienen las alas muy similares y se cierran sobre el cuerpo.



Libélula (Anisoptera) macho de Cardulegaster boltonii


Los odonatos están ligados a ríos, pantanos o charcas, debido a que sus ninfas (fase previa a la metamorfosis hacia libélulas adultas) son acuáticas. La alimentación es carnívora durante toda su vida, constituyéndose de pequeños vertebrados como renacuajos en la fase ninfa y de insectos en la fase adulta. Viven entre uno y seis meses, se aparean al vuelo y la hembra deposita los huevos en el agua, que pasan a fase neánida y posteriormente a ninfa, que finalmente emerge del agua.

Libélula posada sobre una roca del río Rudrón

Los odonatos, especialmente los machos, son muy territoriales, y es común verlos patrullar incansables en su sector de ribera, atacando a cualquier otro miembro de su especie que se atreva a acercarse. Como anécdota diré que el verano pasado estuve, al menos mes y medio, observando a la misma libélula (fotografía superior) expulsar ferozmente no a menos que a 6 competidores en un mismo día. Agradezco que me permitiera permanecer en su trocito de río.

Libélula Crocothemis erythraea en el Parque de las Llamas, Santander

Por último cabe destacar que los odonatos pueden usarse como bioindicadores, es decir, la presencia de algunas especies indica que el ecosistema acuático y las aguas son de gran calidad.

El antes...

... y el después de acercarse a un nido de golondrinas (delta del Ródano)


martes, 3 de marzo de 2015

¿Dónde estás, primavera?

Este año las nevadas han sido intensas, y el valle del Rudrón no se ha salvado.

Así se veía Valdelateja, en uno de sus momentos álgidos:



El puente de Valdelateja, por Maitena, vecina del pueblo

En nuestra casa, en San Felices, se hacía dificultosa la entrada:

El Perentón y nuestra casa nevada, Miguel

La iglesia de San Felices, por Nieves, vecina de Valdelateja


Pero cuando las temperaturas aumentan, se funde la nieve, y esto, sumado a las fuertes lluvias de las últimas semanas, desborda los ríos. En la siguiente foto vemos el puente de abajo de San Felices totalmente oculto por la tumultosa agua:

El puente de San Felices cubierto, Yolanda Bañuelos

Agradecer a los distintos fotógrafos que nos mandaron las fotos.

Pero, ¿cuándo llegará la primavera?