martes, 13 de octubre de 2015

Nuestros espacios naturales protegidos

En el valle del Rudrón tenemos la suerte de contar con varias figuras de protección que –en teoría- velan por la conservación del medio natural. Forma parte, en primer lugar, del Parque Natural Hoces de Alto Ebro y Rudrón, además de LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) del mismo nombre y, próximamente, del Geoparque de las Loras. Todo esto está integrado dentro de la Red Natura 2000.


Espacio Natural Protegido de Las Tuerces: quedaría incluido en el Geoparque de las Loras


Pero, ¿de dónde sale y qué significa todo este embrollo de categorías? Aquí, una que está estudiando oposiciones para el ministerio de medio ambiente os asegura que no es tan sencillo, pero ahí va un breve resumen.

La protección de los espacios naturales, si bien se puede remontar a la declaración del Parque Nacional de Yellowstone en 1871, no maduró hasta la década de los 70. La preocupación por el medio ambiente, que se globalizó a partir de la Cumbre de la Tierra (1972, Estocolmo), se centra en la protección de las especies y los ecosistemas mediante los Convenios Internacionales Vinculantes de RAMSAR (humedales, 1971), CITES (comercio de especies, 1973), BONN y BERNA (especies migratorias, vida silvestre, 1979) y el Convenio de Diversidad Biológica (1992), entre otros.

A nivel europeo destacan las directivas de Hábitats (1992) y Aves (1979). La adhesión de España a la Comunidad Económica Europea en 1986 conllevó la transposición de las directivas ya aprobadas y de las futuras, a un ritmo que España -aún lastrada por la antigua dictadura- siguió malamente. Sin embargo, el desarrollo retardado del país también habría propiciado la conservación de los recursos naturales, ya expoliados en gran parte de Europa.



La legislación medioambiental española ya ha superado la tímida fase de leyes de caza, pesca, bosques y parques nacionales, y actualmente disponemos de dos leyes estandarte de la protección de la naturaleza: la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad y la Ley 30/2014 de Parques Nacionales. Conforman –junto con otros instrumentos- la Red Natura 2000 en España, que representa el 27% del territorio español.

Aparte de la legislación comunitaria y estatal, las CCAA tienen potestad para legislar en materia medioambiental, y Castilla y León no se queda de brazos cruzados: este año se aprobó la Ley 4/2015 de Patrimonio Natural de C&L. Además de las figuras de protección nacionales, nuestra comunidad establece la categoría de Parque Regional (como Sierra de Gredos).

El Parque Natural Hoces de Alto Ebro y Rudrón se aprobó en 2008, tras aprobarse su PORN –Plan de Ordenación de los Recursos Naturales). Establece distintas zonas de protección dentro del Parque que regulan los usos permitidos.



Por ejemplo se observa que San Felices se sitúa en zona de Uso limitado de interés especial.


Desgraciadamente, la crisis ha delegado al medio ambiente a una posición casi invisible, que amenaza con tambalear este complejo sistema que tantos años nos ha costado desarrollar. Esperemos que la nueva Ley de C&L y su fondo de Patrimonio Natural devuelvan la atención a nuestros espacios naturales para que dejen de ser una mancha en el mapa y se gestionen adecuadamente para preservar su incalculable valor.